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lunes, 4 de abril de 2016

CUARENTA Y SIETE AÑOS Y UN POCO MAS









Compositores como Alvaro Carrillo que revolucionan la unión de palabras y el desfile de notas en un pentagrama y vuelven un idioma en la comunicación del amor y el desamor, no nacen a diario, por lo que se hace notorio que a cuarenta y siete años de su fallecimiento nos cueste trabajo tener un referente que pueda tener en la actualidad,  la creación filosófica y práctica que tenía la tinta de Carrillo quien se adelantó a su época marcando un a.C (antes de Carrillo) y un d.C. (después de Carrillo).  No me queda la menor duda, de que el compositor Oaxaqueño de haber estado presente en  la etapa más comercial de nuestra industria disquera como lo fueron los años setentas y ochentas,  hubiera tenido los mismos récord de consumo que alcanzaron las ventas de producciones musicales como las de Manuel Alejandro en nuestro país. Sin embargo lo más importante es que sin la mercadotecnia que invadió al disco, Carrillo se sigue grabando en cualquier formato, en cualquier género, en cualquier país, y hasta por cualquier cantante, incluyendo a los gigantes, si tenemos que mencionar a Marco Antonio Muñiz, a José Rómulo  Sosa Ortiz "José José" o a el jefe Sinatra, se sigue grabando a  Carrillo porque cambió la barrera del idioma por la barrera del amor y hoy mismo nos ha demostrado que también ha cambiado la barrera del tiempo con la magia de su inspiración. Más en www.somoselespectador.blogspot.com