Quienes escuchamos la voz de Yuridia por primera vez en el 2005 dentro del dudoso reality show "La Academia", estábamos convencidos de que era la mejor voz femenina que había surgido en tres décadas para la música romántica en español, situación que nos lo iban avalando las listas de popularidad, cuando en el 2006 permaneció durante 53 semanas dentro de los cantantes de mayor aceptación en México, ante el apoyo brindado por su casa disquera Sony-BMG. La desidía, malos manejos e indisciplina que hasta provocó se abortara un proyecto con Manuel Alejandro; diluía el éxito y su trono, aunque no su talento. La mejor cantante en español en la actualidad es simplemente la que elija el gusto de cada quien y no la que venda más discos o nos quiera imponer una lista de popularidad payoteada o un programa de televisión; sobretodo cuando el mercado musical marca tendencias a su conveniencia comercial y no para el fomento cultural, ni para alza de nivel en la música hispanoparlante. Sin embargo, en el 2013 apareció una pequeña cantante que impactó al público seguidor de "The Voice", y que ocupó el tercer lugar del concurso de canto, situación que quedó ahí nada más, en el simple reconocimiento de papel, porque su estilo era demasiado fino y con una calidad que no resultaba conveniente para las direccionales de la industria. A siete años de tal acontecimiento, esa joven cantante de nombre Carolina Ross está en su punto como artista ante la miopía de la industria desinteresada en que dentro de la globalización musical, el público se acostumbre a la calidad, por lo que el apoyo a nivel masivo, que se le ha brindado, es casi nulo. Y aunque en gustos se rompen géneros, me atrevo a asegurar que Ross es la mejor voz mexicana en la actualidad, al grado de que la nacida en Culiacán, Sinaloa; es la única que ha superado o por lo menos igualado, la obra de Rocío Dúrcal, respecto a la ejecución de los temas "Fue un Placer Conocerte" de la autoría de Juan Gabriel y "La gata bajo la lluvia" del maestro Rafael Pérez Botija, mismas que en esta oportunidad ponemos a su consideración. De haber nacido Carol Ross dentro de la industria musical de los ochenteros; en vez de covers ya tendría un compositor de cabecera y mucho mayor proyección de la que ya tiene en las redes sociales. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
