POR: KARLA CAZARES MENDEZ
Enorme fue la polémica que se construyó con respecto al tema del fin del mundo supuestamente dictado por las profecías mayas.
(Por así entender lo que me han traducido los expertos en la materia)
Finalmente, a lo largo y ancho del planeta las reacciones no se dejaron esperar, sin importar el nivel económico, cultural, la población de cualquier lugar realizó rituales, modificaciones en sus vidas para atender ésta etapa, misma que generó divisiones de ideas y pensamientos.
La locura, la desesperación, la misma excitación provocada por ésta situación produjo desde abandono de empleos, trabajos, la creación de bukers, la ansiedad que finalmente sacó a relucir la plena debilidad del ser humano y sus temores ante los cuales él sucumbe por miedo a lo desconocido.
Por ello en un etapa reflexiva y creando conciencia, tendremos que entender que requerimos de humanizarnos como tal, desprendernos de las cuestiones materiales procurando un poco de apego a la fe practicándose la creencia que se elija.
Claro está que éste fenómeno que movió masas a nivel mundial, no causó ningún daño al planeta ni a la misma humanidad, únicamente la excitación de la misma.
Afortunadamente podemos gozar de ésta maravillosa experiencia llamada vida, disfrutémosla e imprimamos lo mejor de nosotros cada día.
