TV DE CABEZA |
El programa "La Academia" de TV AZTECA, no es ninguna fábrica de talentos ni una escuela de alto rendimiento para la preparación de estrellas; de lo único que se trata es de un aparador publicitario, que lleva a la fama a sus participantes por las horas de proyección televisiva. Un ejemplo de ello, es la actriz y cantante Marian Salinas, quien enamoró al televidente con su simpatía pero que no llegó a la final del concurso musical. Marian llegó con su talento y preparación que ha tenido en el arte escénico y tuvo que escuchar consejos de supuestos expertos, cuya trayectoria y resultados artísticos, no parecen delatarlos como genios de la industria musical; ni siquiera a la propia Edith Márquez, que teniendo un talento excepcional, y siendo de las mejores cantantes de México, ha estado lejos de poder lograr que sus conciertos tengan una calidad a nivel internacional. Marian ha salido de "La Academia" con la misma simpatía y el mismo talento que la hacen una virtuosa; es decir salió como entró, con la única diferencia de que ahora es más conocida, pero con un sello imborrable que se llama "La Academia", un sello exprés, que el tiempo nos dirá, si es para bien o para mal, ya que salvo contadas excepciones, este sello, resulta sinónimo de improvisación televisiva.