Un talento rubio llegó a México, y demostró al mundo que la
fineza con la sensualidad son compatibles y que ambas pueden unirse al talento.
Lisandra Silvestrín en el año 1999 comenzó una carrera artista que
posteriormente se convirtió en un éxito como actriz, modelo, conductora y
cineasta. Su talento incontenible también la encausó a ser de las primeras
mujeres de enorme éxito en el mundo empresarial, en donde únicamente se
reconocían los logros masculinos en las listas de los empresarios masters. Hoy
Lisandra es de las mujeres más sensuales que pueden aparecer en la televisión
internacional y su constante lucha, preparación y amor a su carrera; hacen que
acumulen dos décadas de premio tras premio y de obtener el mejor de los
reconocimientos, que es la admiración y el cariño del público. Más en www.somoselespectador.blogspot.com