Diego Armando Maradona quien murió este miércoles 22 de noviembre, dejó tres momentos importantes en el recuerdo político de México. El primero fue en el Mundial de 1986, donde después de ganar la Copa del Mundo y de recibirla en el palco presidencial del Estadio Azteca, el astro del fútbol mundial, determinó, ignorar completamente, al Presidente Miguel de la Madrid Hurtado quien había sido un mandatario inoperante para los mexicanos en el terremoto de 1985 y quien comenzó a involucrar a nuestro país en el desencarnado neoliberalismo, con la entrada de México al acuerdo General de Comercio y Aranceles (General
Agreement on Tariffs and Trade), mejor conocido como El GATT.
El segundo momento, fue durante el mundial de fútbol de Rusia 2018, en donde Maradona tenía su programa intercontinental "DE LA MANO DEL 10", en donde se analizaban las jugadas y cada jornada de la copa del mundo que obtuvo Francia. En una de las transmisiones, Diego Armando felicitó extensamente al actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador por haber ganado la contienda electoral, lo que significaba para el futbolista, un cambio benéfico y radical para la nación mexicana después de los saqueadores gobiernos pripanistas que habían gobernado a México en la persona de Felipe Calderón y Enrique Peña.
El tercer momento fue en el 2018, cuando México transitaba uno de los años más violentos por los homicidios registrados en el país, y en donde Maradona aceptó ser técnico del equipo "Dorados de Sinaloa ", cuando Culiacán es sede del cártel de la droga más poderoso en México. A días de que Diego Armando fuera presentado como el director técnico de los Dorados de Sinaloa, el astro del fútbol argentino elogió al presidente electo Andrés Manuel López Obrador y se declaró "feliz" de volver a México.Por su parte, el entonces presidente electo de México, López Obrador, publicó un vídeo en sus redes sociales, en donde le daba la bienvenida a Maradona quien se mostraba simpatizante de los gobiernos izquierdistas en el mundo, y quien ahora debutaba con los Dorados de Sinaloa en la Liga de Ascenso MX. Para muchos resultó muy extraño que un equipo de liga inferior, pagaba tanto dinero por un técnico de la factura de Diego Armando Maradona, en una transición de gobierno, en donde se necesitaba justificar auditorias, ante la llegada de un Presidente que prometía tener mano dura en contra de la corrupción, al grado de que ya había prometido (como lo cumplió), abortar la transa empresarial del NAIM, que era como llamaban al supuesto Nuevo Aeropuerto Internacional de México que quería construirse en Texcoco.
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