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sábado, 2 de noviembre de 2024

LA ESCALA DE WESCHLER PARA EL TELEVIDENTE


















Sin filias ni fobias y en pleno análisis, en el periodismo de espectáculos siempre  se hace aquella pregunta existencial de  quién es más importante, el periodista o el artista.  La respuesta más coherente es decir que ambos personajes son importantes, pero si hablamos de orden de importancia, la actriz, modelo y conferencista Carmen Campuzano en una  entrevista que le otorgó al charlista de nota rosa, Gustavo Adolfo Infante, dejó en claro que lo más importante es el artista, y que en una entrevista  no existen preguntas torpes  cuando  existen  respuestas inteligentes. Campuzano   logró invertir una emisión que parecía  descarnada, para convertirla  en un programa  de ejemplo de vida y hasta didáctico de como afrontar las malas experiencias y aprovecharlas en favor para un final exitoso en voz de una estrella. Infante que en su programa "El Minuto que cambió mi Destino"  ha preguntado  en otras ocasiones y a otras entrevistadas, hasta cómo perdieron su virginidad, ahora se topó con una mujer  sensible y preparada que no en valde ha logrado destacar a nivel internacional. En  una nueva era de la comunicación en donde se acabaron los monopolios televisivos y los abusivos comunicadores que se decían  líderes de opinión, es que Carmen Campuzano  dejó en caro, que el artista es la materia prima del periodismo de espectáculos y por tal motivo, es más importante que  cualquier  periodista que pueda practicar el amarillismo, que resulta funcional  en  las programaciones de consumo  que buscan  sean  vistas por el televidente poco pensante  para mantenerlo sin capacidad de reacción, y por ende un torpe  ciudadano,  mientras que los dueños de las empresas televisivas realizan negocios millonarios a base de un   tráfico  extorsionador y manipulador  que nada tiene en relación con el entretenimiento ni el periodismo con el cual pretextan sus objetivos, por lo que  que  usan a comunicadores como Gustavo Adolfo Infante, que   lo único que ofrece  es lo superfluo en vez de un periodismo de fondo que está lejos de ser, un periodismo de chismes. Carmen Campuzano con su presencia, logró que televidentes que aprueban la escala de Wechsler y que  no acostumbran a sintonizar este tipo de programas, ahora hayan  volteado a la pantalla para escuchar su sabiduría y   admirar su belleza pero también logró para bien de IMAGEN TELEVISIÓN, que el canal haya sido sintonizado por aquellos espectadores que no acostumbran atender este tipo de charlas intrascendentes ante la importancia de una voz autorizada  como Carmen Campuzano, que lejos de ser famosa, también es artista.  Más en
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