Los brotes de violencia y la falta de seguridad en el partido San Luis vs Querétaro en el estadio Alfonso Lastras de tierra potosina, y el desorden laboral de los jugadores veracruzanos al enfrentarse a Tigres, que no mostraron solidariad gremial y les anotaron dos goles, aprovechando las circunstancias de queja, en donde los tiburones se mantendrían estáticos, los tres priomeros minutos del juego; reflejan una liga rota cuyo principal objetivo es la ganancia económica, sin importar los valores deportivos y los derechos individuales y colectivos. La falta de solvencia económica, basada en la corrupción de los gobiernos anteriores, que brindaban apoyos económicos y fiscales, para que los empresarios del deporte se llevaran múltiples ganancias sin aportar nada al país, ahora perjudica a sus empleados y jugadores y a las condiciones que guardan los estadios, porque la cartera de los dueños del balón, sigue intacta en su proceso de avaricia histórica.