Detrás de los exitosos espacios noticiosos de la televisión, no solamente existen grandes intereses económicos, sino que los principales objetivos se dirigen a la estrategia de control social. La
monopolización de la televisión en México, fue clave para que personajes malintencionados e incluso sin la preparación profesional que presumían, se convirtieran en grandes figuras del mundo de la noticia televisada, aún cuando
al redor existían otros de mayor valía pero que no funcionaron al sistema de condicionamiento. La dictadura
presidencialista en nuestro país, la falta de capacidad de discernir por parte del televidente jacobozabludovskiano y el clientelismo partidista, no
hubiera sido posible sin la colaboración de los medios controlados, por ello la elección del 2018 en donde el ciudadano votó contrario
al indicador mediático, no tiene una explicación como consecuencia
de un solo factor, y menos se puede ser optimista, y adjudicar una madurez de la mayoría de los electores y un comportamiento de ciudadanos conscientes antes que un comportamiento de televidentes adiestrados para el proceder de su propio perjuicio. Más en www.somoselespectador.blogspot.com