Este 11 de enero murió Tomás Mojarro, el más legendario periodista de análisis profundo de la radio, quien subsistió varios sexenios bajo el refugio de Radio UNAM con su programa "Domingo 7" que un tiempo lo denominó "Domingo 6". Mojarro acostumbraba quitarle la primera letra de su apellido al Presidente de la república en turno, en caso de detectarle un acto de corrupción o deshonestidad, y así lo tuvo que hacer con Ortillo, E la Madrid, Alinas de Gortari, Edillo, Ox, Alderón y Eña a quienes llamaba "los Innombrables", en lo que excluyó al Presidente Andrés Manuel López Obrador a quien calificó como un buen mandatario a diferencia de sus antecesores en la presidencia.Mojarro estudió Filosofía y Teología en el Seminario
Conciliar de Querétaro y Filosofía y Letras en Guadalajara. Inspirado en La
familia Burrón, de Gabriel Vargas, fue
creador de su propia historiata “El Valedor” bajo una edición independiente en los años 1988 y 1989, al no cumplir con el
perfil e intereses de las grandes editoriales, situación idéntica que ocurrió
con sus libros. Participó como columnista en la revista del Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social, los periódicos "el Metro" y "el Zócalo", y sin cambiar su línea editorial en la radio comercial
participó brevemente para Televisa
radio, al haber sido llevado a la XEX
por Ricardo Rocha, y al no cambiar su estilo de comunicar fue que Mojarro no
duró en la programación de la transmisora de Ayuntamiento 52. También participó
en el programa “Voz Pública” con Francisco Huerta en Radio Fórmula y con Héctor
Martínez Serrano en Grupo Radio Centro, bajo el convenio no escrito de que no
hablara de política. Y es que Mojarro resultaba un arma de doble filo para el
sistema dictatorial empresariopresidencialista, ya que por una parte, lo
mantenían en la radiodifusora
universitaria de la UNAM para disimular la autonomía de la Universidad
con el gobierno y la libertad de expresión que brindaba éste, pero por otro
lado, también representaba un abrir de conciencias, en razón de que sus análisis
no se dirigían a situaciones cortoplacistas sino de profundidad filosófica y
política lo que representaba un impulsor del pensar ante los medios de
condicionamiento masivos. La interrupción de sus programas de radio en la
sintonía universitaria, solamente pudieron ser detenidos por una operación a
mitad del año pasado y por la pandemia del coronavirus, ya que el gobierno
censurador y la radio autocensuradora, solamente lograron reducir sus
horarios de transmisión y limitarlos, independientemente de que sus programas
no contaban con patrocinadores. Mojarro tuvo
ofertas para ocupar puestos de representación popular y de partidos políticos
los cuales no aceptó. El maestro murió con un nivel económico más bajo al de la
justa medianía, su incursión al internet, al cual en un principio puso resistencia para
realizar contenidos, lo hizo con apego
hasta el 2017 y su último programa lo
realizó el 7 de noviembre del 2021. Incansable en la impartición de sus
talleres de Teoría Política y de
Literatura en el Centro Cultural El Juglar. Tras conocer el
fallecimiento de Tomás Mojarro, los espacios culturales de la UNAM, utilizando
las frases del de cujus, suscribieron: "¡Ay, mi México! ¡Ay, paisanaje! ¡Ay,
Jerásimo! ¡Se nos fue Tomás Mojarro, valedores los s domingos en RadioUNAM
fueron suyos; hizo de la radio una epopeya. Filósofo, escritor, periodista y
poeta, “el Valedor” nos dio valor. Lamentamos su partida". También la Secretaría
de Cultura de la Ciudad de México lamentó el fallecimiento del escritor y
periodista de Jalpa, Zacatecas, que destacó con sus obras literarias “Cañón de
Juchipila” y ”Yo el valedor y el Jerásimo”.Más en www.somoselespectador.blogspot.com