Refrescante masivo o distractor social, el deporte provoca
en México una ebullición de sentimientos adormilados por la realidad caótica
del país. Profesionales van y vienen ante la mirada de aquellos soñadores con
habilidades que no les alcanzaron para ser los protagonistas, o de los que
simplemente olvidan la rutina para dejarse llevar ante la dinámica atlética que
sus sentidos captan. Provocador de historias con múltiples matices, un sector
de uno de los oficios más antiguos del mundo se encarga de comunicar lo
acontecido, intentando desmenuzar los discursos o metáforas sueltas en el
ambiente.El periodismo deportivo nacional creció gracias a una vieja escuela
con mucho bagaje cultural, pero sobre todo con esa sensibilidad para aglomerar
lo sucedido en los medios de comunicación. El pueblo se dejó atrapar por esos
seres que fueron cimentando una profesión que pronto alcanzaría popularidad
quizá con cierta complicidad con las hazañas deportivas de otros. Más en www.somoselespectador.blogspot.com