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viernes, 24 de septiembre de 2021

LA MUSICA NO SE SALVA DE LA CORRUPCION PERIODISTICA

 




















El periodismo corruptamente servil, programa en sus espacios televisivos, determinadas  opciones musicales, que se recomiendan como arte sublime, y que en realidad no son más que remesas propagandísticas en base al chayotaje o a la influencia, ambas   acciones de corrupción,  bien arraigadas y establecidas por quienes se dicen periodistas por el simple hecho de contar por ahora con un tiempo en televisión. El sustento en  la corrupción y en abuso al público quien resulta   ciego pero con buen olfato, es lo que provoca una  tardía selección natural  como característica  perteneciente al espectador de los países  tercermundistas y a la estrategia mediatizada globalizada. Lo anterior, es la clara explicación del porqué, vendedores de ideas disfrazados de periodistas de espectáculos, promueven hasta el cansancio a una cantante mediocre como Angela Aguilar  y no presentan ni por casualidad a una cantante de la magnitud de Carolina Ross quien por mucho, es hoy por hoy, la mejor intérprete con que cuenta nuestro país. El análisis  producto del sentido común,  se contesta: ¿Porqué anunciar un programa que es de  chismes como si fuera  de espectáculos? ¿Se necesita estudiar periodismo, contar con título o licencia para ser un presentador y lector de chismes? ¿quién viola la ley en su artículo 16 constitucional es digno de credibilidad y respetabilidad en su profesionalismo?. Ayer la entrega de los premios Bilboard Latin Music,  mostraron el poco sentido que tienen su existencia, al ser solamente una entrega de regalos predecibles, ante un panorama musical que exige cambios de fondo en su legitimidad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com