No cabe la menor duda de que el personaje de El Santo pudo haber destacado como lo hizo la radionovela de Kalimán en la radio, sin embargo su presencia fue encaminada más a lo visual, primero en cine y luego a inmortalizar lo que se hizo en cine para la televisión. Los enfrentamientos reales en el ring del Santo que se seguían en la radio, fue parte de la leyenda del enmsacárado de plata, que confundía a los espectadores, en donde empezaba lo real y terminaba la ficción. Rodolfo Guzmán Huerta no se imaginaba en sus inicios como luchador rudo que más que un deportista seguido en la lucha libre se convertiría en una leyenda y en una figura del cine y de la televisión. Sus inicios se remontan a 1942 en donde la radio apenas había cumplido su primer década de existencia en cuanto a transmisiones comerciales se refiere, y el santo se perfilaba como un personaje atractivo para la pantalla en donde ocupaba el lugar del héroe mexicano que no tenía poderes mágicos como los que nos vendían de los Estados Unidos pero que su astucia y misterio nos atarían con complementos que no podían fusionar ni Batman ni Kalimán. En torno a la atracción televisiva que envolvió al luchador de plata, también aparecían los aliados como Blue Demon o Mil Máscaras, los villanos, marcianos, momias, vampiros y hermosas mujeres como la actriz Lorena Velázquez. El momento de mayor espectacularidad que brindó el santo a la televisión y que era imposible ser alcanzado por la radio, fue cuando el santo determinó mostrar a Rodolfo , y mostró por unos segundos su rostro que se guardaba en Santo, poco tiempo después, llegó aquel 5 de febrero de 1984, fecha de su fallecimiento.Más en www.somoselespectador.blogspot.com